¿Qué es?
Utilizado desde la antigüedad por sus múltiples propiedades, el Bicarbonato de Sodio se hace un hueco en nuestras estanterías de la mano de Briochin.
Limpia cualquier tipo de superficie, hasta las más delicadas. Elimina olores de cualquier estancia del hogar o elimina manchas, hasta las más difíciles, de cualquier tipo de tejido.
¿Manchas? Humedece la mancha con agua tibia y ponle un poquito de bicarbonato de sodio con la cucharita. Cepilla suavemente y enjuaga con agua tibia… ¡Camisa como nueva!
¿Malos olores? Pon un poquito en un plato y en unas pocas horas neutralizará los malos olores en cualquier rincón de la casa.
Económico, eficaz y polivalente. Lo tiene todo para convertirse en un «must» entre tus productos de limpieza para el hogar.
Si lo tuyo son lo aromas cítricos hazte con el de aroma a limón, además de eliminar los malos olores desprende un ligero olor a limoncito que es una delicia.
Certificado Ecocert.
Esta es una foto de Olivia Cuidados S.L. No está permitido su uso. Todos los derechos reservados.
Formato y uso
El bicarbonato de sodio no es para uso alimentario.
Para reducir el impacto ambiental, respete las dosis recomendadas para su uso.
Doypack resellable para una mejor conservación: 500 g.
Cuchara dosificadora integrada en el producto.
Ingredientes
Sin aroma: 100% Bicarbonato de sodio.
Aroma a limón: >30% Bicarbornato de sodio, perfume, Citral.
Sin colorante, sin abrillantador óptico, sin OMG, sin EDTA, materias primas biodegradables.
Superpoderes
100% natural, eficaz y útil para cualquier rincón de la casa. Limpia todas las superficies del hogar, elimina manchas y malos olores allá donde quieras o necesites.
Marca
Corría el año 1919 por la Bretaña francesa cuando Renald Raoul, un comerciante de ceras, estrenaba título de padre y creaba la marca Le Briochin. Su hijo, Jacques Briochin, fue llamado así como los habitantes de Saint-Brieuc en Cotes d’Armor, donde viven y fabrican los productos.
En su taller, Renald Raoul creaba detergentes y productos de limpieza para profesionales: pintores, mecánicos, artesanos, etc. Algún tiempo después, el boca a boca les ayudó y sus productos superaron la frontera Bretona, reconocidos como los productos más efectivos.
Comenzando los años 90 y en respuesta a las peticiones de los clientes particulares, ampliaron su rango al público general. Fue entonces cuando el negocio Le Briochin pasó a llamarse Jacques Briochin. Los empresarios visionarios tuvieron entonces una idea: ¿qué pasaría si Jacques Briochin acompañara a los hombres y mujeres en sus hogares? Para ello, había que estar presente en hipermercados y supermercados. ¡Y lo hicieron!
Gracias a la lealtad de los consumidores, la familia se expandió. Ahora se compone de más de una veintena de productos que respetan y mantienen impecables todas las superficies y habitaciones de nuestras casas. Desde su comienzo ofrecen productos de alta calidad que demuestran su savoire-faire y su gran tradición en el negocio familiar, en el que ya llevan varios siglos de la historia francesa.