¿Qué es?
Un producto especialmente diseñado para la limpieza de depósitos de hollín, alquitrán, barbacoas, parrillas de horno, cristales, hornos…
De uso cómo y muy práctico, su espuma se adhiere al soporte para facilitar una limpieza rápida, cómoda y mucho más precisa.
**Este producto no está disponible para enviar fuera de la Península**
Esta es una foto de Olivia Cuidados S.L. No está permitido su uso. Todos los derechos reservados.
Formato y uso
Agitar el aerosol. Rociar a unos 20 cm de la superficie, sosteniendo el aerosol en posición vertical. Permitir que la espuma actúe por unos momentos y limpiar con un paño seco o con un trozo de papel. Enjuagar con una esponja húmeda.
No utilizar en materiales ligeros como aluminio, cobre y latón, en superficies pintadas o barnizadas, juntas, piezas decorativas.
Por experiencia, le aconsejamos que use guantes adecuados para el uso de este producto, ventilar la habitación y no usar ropa delicada.
500ml.
Ingredientes
Hidróxido de potasio, hidrocarburos alifáticos (5%), agentes de superficies no iónicos (>5%), perfumes, limonene.
Superpoderes
Un producto sencillo, eficaz, preciso y muy fácil de usar que te permitirá limpiar tu horno, barbacoa, parrillas de asar, chimeneas, estufas… Una espuma que atrapa la suciedad y te permite recuperar el esplendor y brillo de tu hogar.
Marca
Corría el año 1919 por la Bretaña francesa cuando Renald Raoul, un comerciante de ceras, estrenaba título de padre y creaba la marca Le Briochin. Su hijo, Jacques Briochin, fue llamado así como los habitantes de Saint-Brieuc en Cotes d’Armor, donde viven y fabrican los productos.
En su taller, Renald Raoul creaba detergentes y productos de limpieza para profesionales: pintores, mecánicos, artesanos, etc. Algún tiempo después, el boca a boca les ayudó y sus productos superaron la frontera Bretona, reconocidos como los productos más efectivos.
Comenzando los años 90 y en respuesta a las peticiones de los clientes particulares, ampliaron su rango al público general. Fue entonces cuando el negocio Le Briochin pasó a llamarse Jacques Briochin. Los empresarios visionarios tuvieron entonces una idea: ¿qué pasaría si Jacques Briochin acompañara a los hombres y mujeres en sus hogares? Para ello, había que estar presente en hipermercados y supermercados. ¡Y lo hicieron!
Gracias a la lealtad de los consumidores, la familia se expandió. Ahora se compone de más de una veintena de productos que respetan y mantienen impecables todas las superficies y habitaciones de nuestras casas. Desde su comienzo ofrecen productos de alta calidad que demuestran su savoire-faire y su gran tradición en el negocio familiar, en el que ya llevan varios siglos de la historia francesa.